La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria cutánea que se caracteriza por la presencia de síntomas cutáneos tales como prurito, xerosis y excoriaciones junto a alteraciones inmunológicas con un aumento de niveles de la IgE sérica y una alteración de la hipersensibilidad celular retardada.
El tratamiento de la dermatitis atópica debe contemplar todos los aspectos implicados en su patogénesis.
Es imprescindible una buena relación entre el médico y el paciente y sus familiares, explicando las características de la enfermedad y su evolución a brotes.
Las bases para el tratamiento de la DA son: evitar la sequedad cutánea, controlar el prurito e inhibir la respuesta inflamatoria.
Recomendaciones:
- Es mejor el baño que la ducha
- No es recomendable bañar al niño muy frecuentemente. Salvo que se haya ensuciado en exceso (y exista por tanto riesgo de sobreinfección), 3-4 veces a la semana suele ser lo adecuado.
- 20-30 minutos dentro de la bañera sólo con agua o con un emoliente oleoso (aceite de baño), con el fin de que la piel se embeba de agua
- No usar jabones (o usar lociones jabonosas de avena)
- Secado con una toalla o sábana de algodón, empapando, sin frotar
- El agua que ha penetrado en la piel se evapora muy rápidamente. Por ello conviene aplicar una crema hidratante antes de 3 minutos después de sacarlo del baño, y vestirlo a continuación
- Aplicar inmediatamente tras el baño
- Frecuentes aplicaciones a lo largo del día. Como norma, al cuando se le cambie de ropa al levantarse y al acostarse
- Son preferibles las cremas o los ungüentos. No usar lociones
- Usar fórmulas no alcohólicas, sin conservantes ni aromas.