Preguntas sobre inmunoterapia
¿En qué consisten las “vacunas” de alergia?
La inmunoterapia específica con extractos de alérgenos, comúnmente conocida como vacuna de alergia, consiste en la administración de un “extracto” del alérgeno responsable de la enfermedad, mediante dosis progresivamente crecientes a intervalos regulares de tiempo, con la finalidad de inducir la tolerancia necesaria para controlar la respuesta alérgica. En los casos en que está indicada, se considera el único tratamiento capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica.
¿Está documentada su eficacia?
Se ha demostrado su eficacia en estudios controlados en el asma y rinitis alérgica por ácaros, pólenes y algunos hongos y antígenos animales, produciendo disminución o desaparición de los síntomas y de las necesidades de tratamiento médico. (Artículo de opinión de la O.M.S. Ginebra: 27-20 de Enero de 1997)
La efectividad de las vacunas es de un 80%, a un 90% varía según el alergeno o alergenos implicados.
- Cuando el paciente va a responder bien a la vacuna, la mejoría se presenta desde los primeros meses, de forma que, si al cabo de 1 año no observamos una respuesta positiva clara la suspendemos.
- En caso de observarse una buena respuesta, se mantiene, con dosis mensuales, en caso de que sea subcutánea o diarias, en caso de que sea oral
- Las vacunas son más eficaces cuando existe alergia a uno solo alergenos o a pocos alergenos y cuando la enfermedad no se haya complicado, de ahí la importancia de hacer un diagnostico precoz.
¿En que casos esta indicada?
En general, la inmunoterapia está indicada en casos de alergia respiratoria (pólenes, ácaros, hongos y derivados epidérmicos) e hipersensibilidad a venenos de himenópteros (abejas y avispas). La inmunoterapia para casos de alergia alimentaria no está actualmente aprobada.
¿Qué peligro conlleva el tratamiento con vacunas de alergia?
La administración de extractos alergénicos por vía subcutánea no está totalmente exenta de riesgos, como ocurre con otros medicamentos. Por ello debe realizarse en un centro sanitario con capacidad para tratar posibles reacciones. Generalmente, las reacciones más frecuentes son locales, con hinchazón o picor en el lugar de la aplicación, sea subcutánea o sublingual. Las reacciones más graves son infrecuentes y ocurren en los primeros minutos tras la administración subcutánea, generalmente en la fase de iniciación. Tras la inyección del extracto el paciente debe permanecer en el centro durante al menos 30 minutos, sin realizar ejercicio físico violento ni tomar baños con agua caliente o saunas en las 3 horas siguientes a la aplicación. Las pautas que no sean convencionales se deben administrar en una unidad de inmunoterapia
Se debe administrar siempre en una consulta médica y por personas expertas.
Tanto la indicación como el control de la inmunoterapia corresponden al médico especialista en Alergología, quien valorará de forma individualizada la composición del extracto así como la pauta de administración.
¿Cuánto tiempo debe mantenerse la vacuna frente a la alergia?
El tratamiento con inmunoterapia se mantiene entre 3 y 5 años, dependiendo de la evolución. En la mayoría de los casos se prefiere completar los 5 años.
¿Qué diferencia existe entre la vacuna inyectada y la sublingual?
La administración de la inmunoterapia puede realizarse por vía subcutánea o sublingual. En ambos casos se diferencian dos fases: iniciación y mantenimiento. La fase de iniciación corresponde al periodo en el que las dosis aumentan progresivamente, mientras que la fase de mantenimiento o continuación corresponde a la dosis máxima alcanzada, que se administra a intervalos regulares. Las vacunas inyectadas y orales tienen una eficacia similar pero las administradas por vía subcutánea pueden tener reacciones de mayor intensidad. Las vacunas sublinguales son más seguras y se pueden tomar en casa, pero tienen el inconveniente de que requieren una dosificación diaria durante un tiempo prolongado y suelen ser más car
¿Se puede comenzar el tratamiento con vacunas a cualquier edad?
Generalmente se recomienda a partir de los 5 años de edad, aunque en algunos casos puede administrarse antes.
¿Debe suspenderse el tratamiento con vacunas durante el embarazo y la lactancia?
Una vez alcanzado el mantenimiento de la vacuna, y si se han tolerado las dosis iniciales, puede continuarse con su administración durante el embarazo. En caso de comenzar con una nueva vacuna, es recomendable posponerla hasta después del parto. La lactancia no contraindica el tratamiento con vacunas en la madre.